sábado, 29 de junio de 2013

Costumbres y diferencias II

´Seguiré con el tema de ayer, que se quedaron cosas en el tintero. Dije que la comida más importante es el desayuno, no recuerdo si comenté que, pese a ello, se pasan el día comiendo. En general, uno no puede lavarse los dientes con el agua del grifo. Hay hoteles que tienen en el lavabo dos grifos, uno para los dientes y otro para las manos. Si no, el mismo hotel te proporciona agua embotellada (la llamada agua mineral para ellos es con gas) para que lo hagas. Yo, en mi inconsciencia no lo hice. Pensé, total, nací en el trópico, de niña tuve la solitaria y como picante, lo que matará los bichitos y no me afectará Moctezuma. Me equivoqué. Tras una semana con él a cuestas, ahora lo hago. Otra de las cosas que me llama la atención es que nadie, en ningún sitio, salvo en hoteles, echa el papel higiénico a la taza del váter. Va a los cubos que siempre hay al lado. En general, he observado también, a la hora de cocinar, que las cáscaras y pieles de todo son aquí durísimas; las cáscaras de los huevos, las pieles de las manzanas, que hay que pelarlas con cuchillos de carne, porque con los de fruta, ni modo; la piel de las berenjenas, de las calabazas... incluso las cebollas. Todos los alimentos hay que cocinarlos más tiempo para hacerlos.
A los camareros se les llama meseros, nombre mucho más específico, pues al fin y al cabo, se encargan de las mesas, mientras que la palabra camarero está relacionada con los que se encargan de las cámaras o habitaciones que aquí, en los hoteles, los llaman camaristas. Los meseros no tienen sueldo ni están asegurados, solo cobran las propinas, normalmente el 10% de lo que consumas, pero claro, inmediatamente te ponen la carta para que comas, te ofrecen de todo para ganar ellos más, eso sí, con mucha amabilidad.

Creo que México está yendo económicamente bien porque es nuestro futuro: sueldos muy bajos o inexistentes y sin asegurar. Por eso se está invirtiendo mucho capital extranjero, pero es difícil encontrar financiación mexicana para algo. Están acostumbrados a lo contrario. Por eso la gente se busca la vida como puede.



Ahora que estamos en plena etapa electoral, hasta el 7 de julio, todo son promesas, sobre ampliación de infraestructuras, servicios públicos, saneamientos del agua y seguridad, los temas claves que todos los partidos y, sin excepción, lo proclaman a los cuatro vientos, con lo cual es difícil hacer distingos. Incluso el Partido de los Trabajadores PT, pro chinos (¡aquí todavía quedan!) van con las mismas consignas y con la misma cara de gaznápiros que el resto. La propaganda electoral se pega en los coches de los ciudadanos, en las casas de los ciudadanos o se pinta en los muros. Aquí nadie pega carteles por la calle, simplemente, se pintan, o sea que los muralistas están muy bien considerados. ¿Se lo deberán a Diego Rivera?


Apunto otra cosa curiosa que a lo mejor se puede copiar en España, ahora que están privatizando la sanidad y habrá médicos en paro. Existen todo tipo de farmacias, las oficiales, las parafarmacias, las similares (puse una foto) y, también, farmacias con servicio médico. Por 30 pesos (1,80 euros aproximadamente) el médico de la farmacia te puede auscultar, mandarte analítica y atenderte en cuestiones de salud primaria, amén de recetarte antibióticos si los necesitas.
Como este es un país sísmico, en todas partes te anuncian lo que debes de hacer en caso de terremoto. Es gracioso porque todos los carteles empiezan diciendo lo mismo: mantenga la calma ¡Ja!


Ah, otra cuestión, para esto del folclore y la artesanía, el mexicano está dispuesto a todas horas, tanto como los catalanes cuando se juntan a bailar sardanas en la plaza de Cataluña o los sevillanos las sevillanas.
Es gracioso verles en vaqueros y semejantes "plumas".

viernes, 28 de junio de 2013

Costumbres y diferencias.

Siempre tengo la sensación de que se me olvidan cosas y me acuerdo cuando cierro la entrada. A veces, como ahora, después de escribir durante una hora, sin saber por qué, se borra todo y pasa al ciberespacio. Vuelta a empezar, que es lo que estoy haciendo. Lo primero que cuento es que aquí ya soy tercera edad y por fin, tengo una ventaja: entro gratis en los museos. He visto varios en México DF y en Puebla, donde, aparte del centro cultural y la biblioteca palafoxiana, recomiendo el museo Amparo, parecido al Reina Sofía: un antiguo hospital remodelado como museo de Arte, con toda una parte muy moderna, ascensores también transparentes y, como dirían los americanos, muy cool. Lo malo que casi todas las salas estaban en obra hasta diciembre, así que, salvo ver cómo vivía el abuelo de quien montó el museo, solo pudimos subir a la terraza, con unas vistas, eso sí, espectaculares.




Paso ahora a explicar brevemente y hasta donde me he enterado, lo de los cerrados o cerramientos, fraccionamientos, unidades habitacionales y diversas formas de vida mexicanas.
Los cerrados o cerramientos, como su propio nombre indica, que en esto los mexicanos son muy estrictos con el lenguaje, es una calle, bien de edificios o de casas que se cierra con unas vallas y ponen seguridad, como no puede ser menos.
Los fraccionamientos los hay de varios tipos y yo creo que debe de venir el nombre de las antiguas casas coloniales que se fraccionaron al caer en desuso y ahora viven varias familias. Es algo parecido a las corralas pero en colonial, es decir,  un gran patio interior de donde salen las escaleras que suben a la planta de arriba. Se suele saber cuántas familias viven por los cajetines de la luz, que aquí serían círculos de la luz porque son redondos y hay uno por vivienda. Pueden estar fuera, en la calle, o dentro en el pasillo una vez pasado el portón. Normalmente uno ve solo una gran puerta metálica y una pared, pero dentro hay todo un bulle bulle. A esto es lo que llaman ahora unidades habitacionales.
Los fraccionamientos actualmente son zonas que se construyen desde el principio con puertas, policías, y servicios interiores, algo parecido a nuestras zonas residenciales, porque las de aquí, o sea, las zonas residenciales de los ricos riquísimos no tienen nada que  ver con nuestra Moraleja, que sería como de hazmerreír o de juguete.
Esto sería un cerrado o cerramiento

Esto es una antigua casa colonial poblana"fraccionada" en unidades habitacionales.


Estos son los contadores de la luz de la casa anterior poblana. Viven, en este momento 11 familias

Esta es la entrada a nuestro fraccionamiento. Por eso he puesto a Ina en la foto. Es un poco agobiante, la verdad. Cuando vienes de hacer la compra con un taxi, el taxi ha de dejar su identificación que le será devuelta cuando se marche.

Bueno, ahora imágenes pintorescas:
Este cartel aparece en donde no se puede estacionar (no dicen parking ni aparcamiento). No llaman grúa, directamente te ponchan (te pinchan o revientan) las llantas gratis. Me pareció genial.
 
Un poblano en el mercado haciendo una piñata.
 
 Castellano perfecto. No hace falta mesero, ni cocinero, sólo el que lava la loza.
 
Bueno, hasta aquí, otro día más, que si lo pongo todo me quedo sin material.

martes, 25 de junio de 2013

La calle Euclides y otras estampas

Pues sí, fui a la calle Euclides. Como el día anterior visité la casa cerrada de Luis Buñuel, al menos tenía que buscar la calle donde vivió Max Aub. No pude identificar la casa, pues los números han cambiado. Saqué fotos de todos los edificios y cuando sepa cuál es la pondré en el blog. Esta calle se encuentra en  el barrio de Polanco, al norte del Paseo de la Reforma y muy cerca del Museo Antropológico y es el barrio donde viven los españoles, no solo antes, también los de ahora. Estuvimos charlando con algunos y todos están encantados con su experiencia mexicana. Dejé constancia de mi paso por la calle.


En estos días que he estado pateando la ciudad y siendo avisada por Ignacio, que para eso es ingeniero (el inge Marinas le llaman aquí), he podido constatar que México se hunde, en sentido literal. No me refiero al narcotráfico, ni a la amenaza del PRI de cambiar la constitución para poder privatizar el petróleo mexicano y dejar que entre capital privado y extranjero (dioses del Olimpo, ya os imaginaréis por dónde van los tiros estando tan pegados a USA), ni a la corrupción, ni a la crisis. Es algo físico y palpable, al estar en una laguna, ya conocéis la canción: Guadalajara en un llano México en una laguna. Pues bien, que estoy dispersa, la ciudad se va hundiendo, poco a poco, de forma desigual, a veces hasta diez centímetros al año. Entre eso y las raíces de los árboles, que van rompiendo el asfalto, hay que estar mirando constantemente al suelo para no caerte. He conocido la librería Exit, de arte y fotografía, y da la casualidad de que allí trabaja una española llamada Blanca, amiga de los hijos de Ignacio, el mundo es un pañuelo lo sé, que se ha caído en la calle por lo mismo y va ya por el segundo esguince. Pongo algunas fotos en las que constato lo que digo:
Esta irregularidad es típica de las aceras en la zona de lujo de México DF. Imaginaros cómo serán en los barrios populares.
 
Este es el monumento al ángel de la revolución, en el Paseo de la Reforma. Parece ser que inicialmente llegaba hasta las escaleras en gris que se ven altas. Después, al irse hundiendo el suelo, añadieron las nuevas, con el césped lateral que marca muy bien la diferencia.
 
Alcorque típico de México DF. La intención es que estuviera al ras de la acera, como hay en otros sitios, pero al bajar ésta se vuelve a cimentar para tapar las raíces. Como este árbol tenía un trozo de cemento roto, lo fotografié porque reflejaba claramente el fenómeno.
 
Esta acera ha bajado, pero no mucho todavía.
 
Por último, pongo algunas estampas mexicanas que me han parecido curiosas, aunque no tienen que ver con este fenómeno.
Aclaro: los celulares son los teléfonos móviles.
 
Estacionamiento público en el centro de México DF. No sé cómo pueden mover los autos aparcados.
 
Limpiabotas: se ven por todas partes.
 
Una de las librerías del Fondo de Cultura Económica, que lleva el nombre de Juan José Arreola. 
 
Zona del México profundo, viviendas que forran las colinas
 
 
Y como en todas partes cuecen habas y el neoliberalismo avanza como plaga de langostas, aquí van fotos de otro tipo:
 
 
Acampada de maestros en el zócalo de México DF, al estilo 15M
 

domingo, 23 de junio de 2013

México D.F.,la casa de Luis Buñuel y la de Trotsky

El primer día que hace sol, así que iniciamos una nueva ruta. Había buscado previamente el lugar donde vivió Buñuel, convertido en casa museo cuando fue comprada por el ministerio de Cultura, siendo la ministra la Sinde. Lo bueno de internet es que te da datos que ni siquiera en la Casa de la Cultura española conocían. Así que con una tarjeta de metro bus nos fuimos por la Avda. Insurgentes hasta la Colonia del Valle, donde había leído que estaba, dentro de un cerramiento. La encontramos, pero cerrada. Me extrañó porque había leído que había actividades, que se podía visitar, que se echaban las películas de Buñuel. Preguntamos a unos vecinos que vivían enfrente y resultaron unos mexicanos simpáticos y muy cultos que habían estado encantados cuando abrieron la casa porque veían las películas de Buñuel y llevaba a su hijo adolescente para que aprendiera. Pero, sorpresivamente, nos contaron que de la noche a la mañana, la casa fue cerrada. Una valla metálica, un timbre, llamamos y la cara de un segurata asomada por una ventanilla nos confirmó lo que nos había contado el vecino: estaba cerrada, no sabía nada de nada. De nuevo, sorpresivamente, una cosa más que desaparece en el mundo de la cultura. Pongo la foto que saqué desde fuera.

Con la frustración a cuestas, nos decidimos a coger el metro, ir hasta Coyoacán  y visitar la casa de Trotsky porque la de Frida Kahlo ya la conocíamos de nuestro anterior viaje. El metro de México es fantástico, super barato y muy moderno. Siguen teniendo identificadas las estaciones de metro con el nombre correspondiente y un dibujo que lo representa, para que la población que no sabe leer no se pierda. Así Coyoacán está representado, como no puede ser menos, por un Coyote. La estación de Zapata por un sombrero mexicano y un bigote, y así sucesivamente. Es un metro limpio y rápido. Aconsejo a los turistas que lo cojan, merece la pena verlo. Si no fuera por él, sería imposible moverse en una ciudad tan grande y con tanto atasco.



Me encanta, además, encontrarme con estos nombres de estaciones: Insurgentes, Zapata, Revolución...
Una vez en Coyoacán, estuvimos andando hasta encontrar la casa de Trotsky. Coyoacán es un barrio residencial de casas bajas, donde también vivió Frida Kahlo y Diego Rivera, donde viven artistas y personas de clase media alta. Una zona tranquila, con muchos árboles y aceras destrozadas, como en el resto de México D.F. Es interesante por ver cómo y dónde vivió los tres últimos años de su vida, desde que llegó en 1937 a México, concedido asilo político por el presidente mexicano Lázaro Cárdenas, el mismo que acogió a los exiliados españoles, entre ellos Max Aub. (Barro para casa lo sé, porque hubo muchos más). Al parecer, fueron Diego Rivera y Frida Kahlo los que intercedieron ante el presidente para que se le concediera el asilo político. Allí fue donde Mercader le clavó el piolet en la cabeza; solo de pensarlo me da repelús. Por eso pongo dos fotos: la entrada a la casa museo y el despacho donde trabajaba Trotsky y donde fue asesinado.

sábado, 22 de junio de 2013

Todavía en México DF

Con la visita de Monctezuma y sin ver el sol desde que llegamos, solo queda patear a trozos la inmensa ciudad. El museo más exquisito de todos, el Museo Antropológico. Fui a verlo a instancias de varios amigos, que insistieron en que no me lo perdiera. Y sí, debe ser visita obligada. No solo por lo bien montado que está y lo bien que explica todo, sino porque una se da cuenta de hasta qué punto podemos despreciar las culturas indígenas. Una conoce algo de aztecas, mexicas, y totoltecas, pero al ver allí la cantidad de culturas precolombinas completamente desconocidas, se entiende el orgullo de este pueblo por su pasado, que ha sido muy rico y lleno de yacimientos piramidales, nunca mejor dicho. Pongo algunas fotos que saqué:



Después,visita, de nuevo al casco histórico, o sea, el zócalo y alrededores. Lo mas importante del zócalo es el tamaño que tiene y, después, lo que he dado en llamar el traszócalo, o sea, las calles adyacentes y traseras, desde la calle de los Donceles, donde están todas las librerías de segunda mano, inmensas y que representan un laberinto de mesas y estanterías casi decimonónicas de donde puede surgir en un momento dado un arqueólogo descubriendo un manuscrito perdido, como el resto de calles donde están toda la venta al por mayor por gremios. O sea, en una calle, telas, en otra calle, diademas, en otra calle, sostenes y así sucesivamente. Todo ello en una algarabía callejera donde las mujeres compran y se llevan luego en grandes bolsas de plástico para revender por las calles y buscarse así la vida. Pongo también fotos por el colorido que tienen.




 

jueves, 20 de junio de 2013

En México D.F.

Cantaba un amigo mío, Quintín Cabrera, que las ciudades son libros que se leen con los pies, así que ando y ando por esta inmensa ciudad en días de lluvia. Siempre que pateo una ciudad me acuerdo de él.  El hotel está cerca del Paseo de la  Reforma, que es como la Castellana en Madrid pero a lo bestia. Todo recto te lleva al Zócalo y antes de llegar se cruza con la avda. Insurgentes. Por no caer en el tópico y no hacer una guía turística, haré comentarios de las cosas que se me iban ocurriendo según caminaba.
Una de ellas es que sacaría fotos de los zapatos que llevan muchas mexicanas de talla chaparrita, para parecer más altas, de sus agujas, plataformas y modelos que a veces les impiden doblar los pies y van en permanente equilibrio. Pero pensé que si me ponía a sacar esas fotos, me llamarían metiche.
Otro pensamiento es que no es de extrañar que en los semáforos se venda de todo, dada la cantidad de coches y atascos que hay. Las horas "pico", coo aquí se llama a las horas puntas son todas menos dos a la hora de comer y luego, a partir de las 12 de la noche. No se ven muchos mendigos por la calle porque aquí se buscan la vida allí mismo, en miles de puestecitos que aparecen a las seis de la mañana y desaparecen a las seis de la tarde, a no ser que llueva como estos días, que entonces desaparecen antes.
Aquí va una foto de la catedral en el Zócalo que atestigua la lluvia.

Otro de los motivos de reflexión es hasta qué punto el tema de la seguridad en México es un lucrativo negocio, que debe de ocupar más del 6% del PIB. Busco datos pero no son fáciles de encontrar. En cuanto lo haga los pondré. Aparte de los diferentes tipos de policía oficial, hay tal cantidad de empresas de seguridad privadas, cada una con uniformes diferentes, camiones blindados distintos, coches y medios de locomoción variopintos que hasta en bici he visto. Por supuesto, con todo tipo de armas, desde metralletas, pistolas, porras, botas, camisetas, camisas, uniformes, chalecos antibala... La verdad, todo un espectáculo que, hasta el momento, no me he atrevido a fotografiar, por si acaso. Todos, sin excepción, tienen cara de mala leche.
Por último, en esta entrada, os pongo una foto de una escultura que hay en el Paseo de la Reforma sobre la barca de los muertos, la barca de Caronte al estilo mexicano, como no podía ser de otro modo.

domingo, 16 de junio de 2013

El mercado

Hoy domingo, 16 de junio, día del padre en América Latina, lo que significa que todo está cerrado, incluida la piscina a la que hemos intentado ir. Solo están abiertos los bares, llenos de familias tomando el hiperdesayuno que se meten para el cuerpo. Así que, sin sitio donde sentarnos, sin posibilidad de hacer nada, nos retiramos a casa y paso a poneros unas fotos de nuestra compra ayer en el mercado de Cholula, un abigarramiento de puestos pegados unos a otros, entre pasillos estrechos, casi todos llevados por mujeres con niños correteando y además, venta ambulante de tamales, nopales, flores, lo que sea con tal de sacar unos pesos. Siempre mujeres. Los tamales se hacen en hojas de maíz y el relleno más popular es una pasta de frijoles mezclada con la pasta de maíz, algo mazacote para mi gusto. Prefiero la hayaca venezolana. Los nopales es un cactus comestible y las mujeres cogen las hojas redondas y las pelan, quitándoles las espinas y la piel. Se hacen a la plancha o al horno. Bueno, no me extiendo más que hay amigos que se quejan de que soy demasiado prolífica escribiendo. Allá van las fotos y comentarios:
La fruta amarilla
son mangos, riquísimos, más dulces que los que comemos en España. 
 
Sí, eso que veis colgado del techo y que se vende en los puestos de fruta son piñatas de todo tipo, forma, color y tamaño.
 
Carnicería: la piel de cerdo se fríe entera en unas sartenes parecidas a las que usamos para freír churros que, por cierto, son también muy populares. En la esquina de la izquierda podéis ver un trozo de sartén.
 
 
 
 
 Pollería: sin comentarios. Una imagen vale más que...
Cestas de frutas para regalo.
 
También en el mercado, es genial ¿no?
 
Se está acabando el curso y las quinceañeras tienen su fiesta de graduación. En el mercado también venden las muñequitas para poner sobre la tarta.
 
Pupurri. Vista general.