Dadas las condiciones de mi
ciática y la rodilla de Elena, (ay, las edades) tuvimos el buen criterio de
alquilar un coche con conductor. Ya
sé que suena a ricos, pero ya no daba más de sí. Por si acaso, volví al médico
adjunto a la farmacia de genéricos, le conté mi caso y le dije que no podía
irme a Xalapa con los dolores que tenía. Sonrió: no te preocupes, te garantizo
que te quito el dolor con un chute. Así fue. Una inyección de las que duelen a
rabiar, pero mágica. Me he traído la receta por si necesito ponerme otra, pero
entre eso y los ibuprofenos mezclados con Valium, toma ya, drogadicción, estoy muy bien.
En el viaje a Xalapa pasamos al menos por tres ecosistemas o
paisajes distintos: frondosidad, semidesiertos, zonas que podrían ser dehesas
extremeñas, con sus encinas y todo, y bosques de dátiles ( con una forma
diferente a los nuestros)
El paisaje en esta zona casi era una dehesa extremeña
Zona desértica
¡Dátiles mexicanos!
Más dátiles
Xalapa: ciudad fundada por los
totonacas, fueron los toltecas quienes le dieron el nombre: lugar de las aguas
arenosas. Cruce de caminos, lugar de paradas y descanso de los viajeros, todos
quedaban ensimismados con sus parajes. Fue en 1824 cuando se declaró capital
del Estado de Veracruz. Xalapa es una ciudad en cuesta, como un Toledo
caribeño, pequeña (600.000 habitantes) que me imagino que la hicieron capital
del Estado de Veracruz hartos de que asaltaran los piratas la otra ciudad. Está
camino de México DF, en el interior y a 1.400 metros, con lo cual ese peligro
dejó de existir. La ciudad no vale gran cosa, no es muy bonita, ahora, los
alrededores son preciosos. Una vegetación frondosa, caribeña, de enormes
flores, estrilitzias, camelias, gardenias, framboyanes, y zonas de bambúes como
los bosques chinos, anchos y altísimos. Tiene una serie de lagos que van
conformando la ciudad y las zonas residenciales, lo que le da un encanto
añadido.
En la frondosidad de estos jardines es donde se ubican la Biblioteca y el Auditorio de música.
El primer día que llegamos se
conmemoraba el aniversario de la matanza de estudiantes en la plaza de las Tres
Culturas (Tlaltelolco) en el 68, así que habían salido a la calle, cortadas las
vías principales y llenaron toda la explanada de la catedral de siluetas de
personas caídas, fotos de la matanza, velas y flores, con frases en el suelo.
Emocionante. También en México DF salieron a la calle y terminó en batalla
campal, veintitantos detenidos, así que al día siguiente volvieron a salir y cortar el
tráfico en protesta por las detenciones del día anterior.
Estuvimos alojados en la posada del
Cafeto, propiedad de unos conocidos de
Ignacio, Luis y Mercedes, y nos llevaron
la primera tarde por los alrededores.
Mercedes es española, casada con un jalapeño, ambos encantadores. Es
impresionante ver cómo en todo México, los edificios culturales son emplazados
en los mejores sitios, con parques naturales alrededor, con una vegetación
frondosa. En uno de esos sitios han construido la biblioteca de la ciudad y el
auditorio. Después nos llevaron a ver un pueblecito que está a unos 10 km. De
la capital, Coatepec, que significa cerro de las serpientes.
Imágenes de Coatepec
Xalapa está también presidido por
un antiguo volcán, actualmente extinto, no como el Popo, pero también nevado,
que se llama el Pico de Orizábal. Así se veía desde la ventana de la habitación.
Al día siguiente fuimos al Museo de Antropología de la ciudad. De nuevo un edificio
con un emplazamiento impresionante, rodeado de vegetación y jardines
cuidados y una museología muy bien hecha. Solo recoge el Estado de Veracruz,
desde los olmecas (el sur) hasta las civilizaciones del norte del Estado. Cada
sala con explicaciones muy buenas de las culturas indígenas y con una parte en
la que las figuras y esculturas más grandes se encuentran en jardines que
recogen la vegetación del sur, del centro y del norte de Veracruz, con las
diferencias entre unas zonas y otras, no solo de plantas sino de civilizaciones
y muestras de las mismas.
Pongo solo algunas referencias y ya no especifico si son olmecas, totonecas o huastecas, porque es hacer sufrir al lector. Quedaros solo con la espectacularidad de las esculturas.
Tras ello, comilona; camarones enchipotlados, pescado
al chile (por fin pescado!), guacamole, memelas…
Hay Festival: Chirbes en el programa y nosotros haciendo de clac,
que para eso están los amigos. Tenía dos “actuaciones”, una sobre crítica
literaria, a la que asistimos y otra sobre su obra, a la que no pudimos ir
porque era el sábado y ese día teníamos que estar de vuelta en Puebla porque
Ina se había comprometido a hacer medio cordero asado para la familia Quiñones como despedida.
Pasada la charla de Chirbes sobre
crítica literaria, fuimos a comer los cuatro para festejar con vino, chiles en
nogada, pescado al chipotle, mousse xalapeño y postres riquísimos: crepas (como
dicen aquí) de mango y plátanos a la crema. Por la noche, dentro del programa del Hay Festival, fuimos al auditorio a un concierto invitados por nuestros anfitriones Luis y Mercedes, que se han portado como si fuéramos amigos de toda la vida. Terminamos con su pandilla de amigos cenando en la cava catalana. Cosas de la vida. Comer con Chirbes en Xalapa y cenar en esta ciudad en un sitio llamado así. Un rato muy agradable con un grupo de mexicanos y españoles . Aparte de Mercedes había otra madrileña de Moratalaz.
No sé si lo he dicho antes, pero
Xalapa es una ciudad llena de cuestas, no se inunda por eso, con dos grandes
lagos que la recorren y una gente distinta, más abierta que la poblana, de más
mezcla, más alta, más mestiza. La influencia del Caribe está más presente aquí
que en las ciudades del altiplano como Puebla.
Imágenes del lago que se encuentra dentro de la ciudad
Uno de los centros del Hay Festival
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