viernes, 28 de junio de 2013

Costumbres y diferencias.

Siempre tengo la sensación de que se me olvidan cosas y me acuerdo cuando cierro la entrada. A veces, como ahora, después de escribir durante una hora, sin saber por qué, se borra todo y pasa al ciberespacio. Vuelta a empezar, que es lo que estoy haciendo. Lo primero que cuento es que aquí ya soy tercera edad y por fin, tengo una ventaja: entro gratis en los museos. He visto varios en México DF y en Puebla, donde, aparte del centro cultural y la biblioteca palafoxiana, recomiendo el museo Amparo, parecido al Reina Sofía: un antiguo hospital remodelado como museo de Arte, con toda una parte muy moderna, ascensores también transparentes y, como dirían los americanos, muy cool. Lo malo que casi todas las salas estaban en obra hasta diciembre, así que, salvo ver cómo vivía el abuelo de quien montó el museo, solo pudimos subir a la terraza, con unas vistas, eso sí, espectaculares.




Paso ahora a explicar brevemente y hasta donde me he enterado, lo de los cerrados o cerramientos, fraccionamientos, unidades habitacionales y diversas formas de vida mexicanas.
Los cerrados o cerramientos, como su propio nombre indica, que en esto los mexicanos son muy estrictos con el lenguaje, es una calle, bien de edificios o de casas que se cierra con unas vallas y ponen seguridad, como no puede ser menos.
Los fraccionamientos los hay de varios tipos y yo creo que debe de venir el nombre de las antiguas casas coloniales que se fraccionaron al caer en desuso y ahora viven varias familias. Es algo parecido a las corralas pero en colonial, es decir,  un gran patio interior de donde salen las escaleras que suben a la planta de arriba. Se suele saber cuántas familias viven por los cajetines de la luz, que aquí serían círculos de la luz porque son redondos y hay uno por vivienda. Pueden estar fuera, en la calle, o dentro en el pasillo una vez pasado el portón. Normalmente uno ve solo una gran puerta metálica y una pared, pero dentro hay todo un bulle bulle. A esto es lo que llaman ahora unidades habitacionales.
Los fraccionamientos actualmente son zonas que se construyen desde el principio con puertas, policías, y servicios interiores, algo parecido a nuestras zonas residenciales, porque las de aquí, o sea, las zonas residenciales de los ricos riquísimos no tienen nada que  ver con nuestra Moraleja, que sería como de hazmerreír o de juguete.
Esto sería un cerrado o cerramiento

Esto es una antigua casa colonial poblana"fraccionada" en unidades habitacionales.


Estos son los contadores de la luz de la casa anterior poblana. Viven, en este momento 11 familias

Esta es la entrada a nuestro fraccionamiento. Por eso he puesto a Ina en la foto. Es un poco agobiante, la verdad. Cuando vienes de hacer la compra con un taxi, el taxi ha de dejar su identificación que le será devuelta cuando se marche.

Bueno, ahora imágenes pintorescas:
Este cartel aparece en donde no se puede estacionar (no dicen parking ni aparcamiento). No llaman grúa, directamente te ponchan (te pinchan o revientan) las llantas gratis. Me pareció genial.
 
Un poblano en el mercado haciendo una piñata.
 
 Castellano perfecto. No hace falta mesero, ni cocinero, sólo el que lava la loza.
 
Bueno, hasta aquí, otro día más, que si lo pongo todo me quedo sin material.

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